Marc Márquez regresa al escenario del crimen
“Es un orgullo batir a Spencer”, aseguró el año pasado, casi ruborizado, Marc Márquez tras vencer la carrera de MotoGP en Texas y convertirse, con sólo20 años y 63 días, en el ganador más joven de la historia de un GP en la clase reina. El día anterior ya le había quitado a Fast Freddie el registro de precocidad en el apartado de poles y lo que no sabía entonces, pero se empezaba a intuir, es que también le arrebataría el del campeón más joven, lo que certificó meses después al coronarse en Valencia.
De la gesta del ilerdense en el espectacular trazado de Austin hará exactamente un año dentro de once días, el 21 de abril, y hoy se encuentra de nuevo en el escenario del crimen, ya como campeón, con siete victorias de MotoGP en sus alforjas, incluyendo la primera de la recién estrenada temporada 2014. Ha llegado dispuesto a repetir triunfo en el circuito donde el público empezó a conocerle como Baby Márquez, antesala de la leyenda en la camiseta de la celebración de su posterior título, Baby champ on board (Pequeño campeón a bordo), y en el paddock hay quien se cruza apuestas para saber no quién ganará este domingo (21:00 Telecinco y Movistar) sino por cuánto cruzará Márquez primero la línea de meta.
El pupilo de Alzamora, lógicamente, vive ajeno a ello y prefiere optar por la prudencia a la hora de hablar, recordándose a sí mismo que viene de una lesión (fractura de peroné en la pierna derecha) que ya resultó anecdótica en Qatar, donde salió victorioso de un apasionante duelo con Rossi. “Tendremos que esperar a ver la situación con las nuevas normas de este año, pero de todos modos nos centraremos en nuestro trabajo. Por suerte, la mayoría de curvas más duras en este circuito son de izquierdas, así que será más fácil para mi pierna, que todavíano está al cien por cien. Desde Qatar, me he centrado en fortalecer mi pierna y en estar en mejor forma física para Austin. Este circuito es uno de mis favoritos. Hice una buena carrera el año pasado y tengo muy buenos recuerdos de mi primera victoria en MotoGP”.
Desde su box, el Repsol Honda, también se huye de la euforia, y cuando se le pregunta a Santi Hernández, jefe de mecánicos del campeón, razona a nivel técnico sus motivos para no lanzar las campanas al vuelo: “El año pasado fue diferente a éste, porque entonces los equipos llegaban sin información y éste sí que la tenemos todos. (Texas debutó en el calendario en 2013). Eso hizo que fuera un gran premio particular y positivo para Honda, pero creo que este año será diferente por lo que ya he dicho y por las nuevas reglas. Veremos qué ocurre… Espero que saquemos un buen resultado, como el año pasado, en un circuito en el que lo más difícil son los cambios de dirección, porque hay muchos y muy rápidos (20 curvas, con 11 a izquierdas y 9 a derechas, con cuatro garrotes de impresión). Es ahí donde el piloto tiene que sentirse bien físicamente, porque es donde más tiempo puedes ganar o perder si no eres rápido. Para las frenadas es como siempre, necesitas tener estabilidad para entrar con confianza en las curvas, así que la clave está en los cambios de dirección”. Eso se le ha dado históricamente bien a las Yamaha, pero las Honda fueron muy superiores aquí hace un año. A ver éste…