Marc Márquez también es un campeón haciendo dirt track
La segunda edición del Superprestigio Dirt Track de Barcelona fue un éxito total, por espectáculo y resultados… Para cualquier heroicidad hace falta un malo al que batir y, sobre un óvalo de tierra, no hay un rival más temido que Jared Mees, campeón AMA de la especialidad. Pero nuestro héroe en cuestión es tan grande sobre una moto que ni ante un obstáculo así se achica, así que Marc Márquez transformó la cita en el Palau Sant Jordi en la mejor de las películas, y con un final feliz que le sirvió para enjugar las lágrimas del viernes.
Tras estar toda la tarde dando vueltas, derrapando como locos sin freno delantero y ofreciendo un gran espectáculo, sólo ocho pilotos tuvieron hueco en la Superfinal, donde se cruzaban los tres mejores de la categoría Open (los especialistas, con Mees a la cabeza) y de la categoría Superprestigio (los mundialistas de velocidad, con Márquez al frente), y dos invitados, Ribalta y Brindley.
Antes de que se diera la salida a las doce frenéticas vueltas que aguardaban, era difícil imaginar que alguien pudiera batir al especialista estadounidense, porque había ganado todas las mangas que había disputado, mientras que el tetracampeón se había dejado una en el camino, con caída incluida. Llegado el momento de la verdad, ambos se complicaron en los primeros metros, por la caída de Chareyere, bajando a la tercera plaza (Marc) y a la quinta (Jared).
Por delante tiraba como un poseso Kenny Noyes, demostrando que es un especialista en toda regla y que su Campeonato de España de SBK no es una casualidad. El hijo del gran Dennis aguantó al frente hasta seis vueltas del final, momento en el que le pasó Márquez, primero, y Mees, después. A partir de ahí, duelo a muerte entre los dos mejores, con el español cerrándole la puerta al estadounidense como nadie supo hacer esta temporada contra él en el prestigioso AMA.
Resultó impresionante el final. Un duelo entre colosos, como si Márquez fuera otro especialista, dominando tanto que fue capaz de lograr la victoria que se le escapó el año pasado contra Brad Baker, ausente esta vez por lesión durante los entrenamientos.
Fue una victoria épica y por eso los mecánicos del Pequeño Genio la celebraron como si fuera la de un gran premio, arrodillándose ante su piloto, que luego dijo en el micrófono de Movistar TV: “Ha sido una tarde muy intensa y he pasado nervios. Ya dije que la ambición (de ganar) va siempre por dentro. He disfrutado con una especialidad que me gusta mucho. Ha sido una lástima que no estuviera el campeón del año pasado al haberse lesionado por la mañana, pero he podido acabar el año con otro ‘P1’. En esto del dirt track gana el más rápido, pero también el más listo. Esta vez lo he sido y he sabido cerrar la puerta. He disfrutado mucho”. Y nosotros con él.