Mario Martínez,condujo a la máquina a la gran final
El volante del Real España, Mario Martínez, condujo y fue el líder dentro del campo por parte del equipo catedrático.
Su control del balón le dio a estabilidad a los once dirigidos por Hernán Medford, que en la primera mitad mantuvo a línea a su rival Olimpia.
El “zurdo” ingresó a la cancha con sus objetivos muy claros, entre los cuales era poner el orden en su equipo y desestabilizar de alguna manera la zaga del conjunto blanco.
Con el desequilibrio y la habilidad futbolística de Martínez en el campo, el Real España se ganó por mucho la posición de la esférica.
A los 81 abandonó el campo con la misión cumplida, y su sacrificio valió la pena ya que en su lugar ingresó Franco Guity, que en su primera intervención con la esférica, soltó fogonazo dentro del área merengue para el momentáneo 1-0 y estalló en jubilo el mítico estadio Morazán.