Mercedes y Red Bull dejan atrás a Ferrari
“El problema no es Vettel, al menos no sólo Vettel, lo malo es que hay más delante”, lo decía ayer en el inmenso paddock de este circuito coreano del fin del mundo un ingeniero que, digamos, quiere que gane Alonso. Y es cierto. Porque con Sebastian se cuenta de inicio y con su Red Bull morado, pero es que también están los Mercedes. Y sino los Lotus. También Hamilton. O sino Raikkonen. O Rosberg por ahí… Y así es muy difícil.
El GP de Corea, de momento, está viendo como el duelo está entre Mercedes y Red Bull. En los dos libres hemos comprobado que Hamilton, primero en ambos casos, y Vettel, segundo en los dos entrenamientos, son los máximos favoritos para esta carrera, el británico ha sido el más veloz y luchará por una nueva pole y el alemán tiene el mejor ritmo y tiene pinta de ganar otra carrera más.
¿Y Alonso? El piloto que más interesa a la afición española pues tan lejos como era previsible. Esta vez por detrás de Red Bull y Mercedes y luchando con los Lotus, como durante casi toda la temporada. Antes del enesimo cambio de neumáticos era el contrario, Ferrari con Lotus por el primer puesto y los genios de Newey o Brawn por un lugar en el podio, pero… esos eran otros tiempos. En Yeongam, Alonso deberá de nuevo pensar en un milagro más para intentar subirse al cajón o mejor aún para sentirse con posibilidades de ganar la carrera. En los últimos libres podría haber quedado a menos de medio segundo, pero sufrió tráfico y finalmente se quedó a siete décimas y con Massa por delante de él, séptimo Fernando, quinto Felipe. El brasileño por detrás de los dos Mercedes y los dos Red Bull, apenas en una décima de diferencia. Así están las cosas en Corea, donde los aviones del ejercito hacen virguerias en el aire y en la casa roja esperan el milagro. Otro más.