El clásico Motagua-Real España quedará en un lugar especial en el corazón del árbitro nacional, Mario Moncada, que ayer colgó el pito y se retiró del arbitraje nacional.
En un emotivo acto celebrado ayer en el estadio Nacional, Moncada recibió por parte de la Colegio Nacional de Árbitros de Honduras el reconocimiento por su larga trayectoria en el arbitraje hondureño, donde se destacó por su firmeza a la hora de arbitrar los partidos de futbol y también por su forma controversial y hasta polémica de actuar en el terreno de las acciones.
“Decidí mi retiro a solicitud de la Comisión de Arbitraje, ahora me voy complacido y conforme, porque me despiden con un partido de futbol”, dijo el ahora ex referí hondureño.
Moncada se hizo acompañar por una gran cantidad de árbitros de la filial del centro, así como su numerosa familia, entre ellas su esposa, Doris de Moncada.
“Este momento es de mucha tristeza; porque ya estábamos acostumbrados a verlo dirigir en la Liga Nacional. Siempre se caracterizó porque era un amante del deporte, practicó el fisicoculturismo, levantamiento de pesas, boxeo, pero lo que más le gustó fue el arbitraje”, detalló su señora esposa.