Naufragio de los Lakers en el regreso de Howard al Staples
Dwight Howard se divirtió con los abucheos de la afición de Los Angeles Lakers y aprovechó para darse un festín (108-134) en su primera visita a la que fue su casa la temporada pasada, confirmando a los Houston Rockets como el equipo más en forma de la Liga con ocho victorias consecutivas. El pívot acabó el choque con 20 puntos, 13 rebotes y 3 tapones, mientras que James Harden se fue hasta los 29 tantos y 11 asistencias.
Por los locales el mejor fue Wesley Johnson con 24 puntos, secundado por Kendall Marshall con 20 tantos y 16 asistencias. Los Lakers estuvieron cerca de encajar la peor derrota de su historia frente a los Rockets (32 abajo en diciembre de 1972). Es la octava derrota consecutiva para los californianos como locales, la peor racha de la franquicia.
El choque se disputó minutos después de conocerse el traspaso del base local Steve Blake a los Golden State Warriors a cambio de Kent Bazemore y MarShon Brooks.
El mayor incentivo del partido era observar la recepción del público del Staples Center a Howard en su regreso a la que fue su cancha la temporada pasada. Y el espectáculo no decepcionó en ese aspecto, ya que el pívot de Houston recibió unos tremendos abucheos cada vez que tocaba el balón. En los primeros 45 segundos de partido Howard anotó un gancho, puso un tapón y se llevó un rebote. Era el preludio de un inicio fastuoso para él, aunque, enrabietado por el sonido de fondo del pabellón reventando sus tímpanos, se ganó una técnica ante la mirada cómplice de Harden, satisfecho con esa actitud: “¡Me gusta! ¡Me gusta!”, le gritaba.
Howard se mantuvo concentrado y superaba una y otra vez a Chris Kaman en la pintura. Los Lakers recibían una buena noticia con la segunda personal de Harden a los 6 minutos de partido, pero no pudieron evitar que los tejanos se marcharan 10 arriba al término del primer cuarto (22-32), una renta que siguió creciendo debido a las pérdidas de balón locales y a su inexistente labor bajo tableros (6-23 en rebotes).
Los de Kevin McHale llegaron a gozar de 21 puntos de ventaja al descanso (43-64) tras un segundo periodo que mantuvo la dinámica de absoluto dominio de Howard sobre Kaman, mientras Chandler Parsons acribillaba al rival desde el perímetro y Jeremy Lin se gustaba al contraataque.
Mike D’Antoni, que también fue abucheado por el respetable antes el comienzo del choque, no daba con ninguna solución al desaguisado, aunque con una rotación de ocho jugadores tampoco tenía demasiadas opciones a mano.
El agujero siguió haciéndose más profundo (72-104, m.35) y la única alegría que podía echarse a la cara la afición angelina era la aparición de un sonriente Jack Nicholson en el videomarcador. Incluso Howard se unía con su sempiterna sonrisa a los cánticos de “Howard sucks!” (“Howard apesta”) antes de continuar encadenando un mate tras otro.
No había más. La brecha llegó a ser de 36 tantos (92-128) y el pabellón se fue vaciando con más de 7 minutos por disputar. Los californianos no ven el momento en que la temporada acabe y puedan recobrar la ilusión con la llegada de nuevos fichajes. El plazo para realizar traspasos acaba en apenas unas horas y todo apunta a que habrá más movimientos en los de púrpura y oro.