Novak Djokovic gana tiempo
Novak Djokovic ganó otro día en su lucha por no ceder el número uno a Rafa Nadal, empresa harto complicada. En su pulso en el Open 500 de Pekín donde defiende título, el serbio se montó en una montaña rusa en el partido frente a Fernando Verdasco, al que derrotó por 7-5, 2-6 y 6-2. Su próxima cita, en cuartos de final, contra Sam Querrey, que liquidó a Stanislas Wawrinka por 6-3 y 7-6 (2).
Djokovic, obligado a defender una montaña de puntos en la recta final de la campaña, llegó a ir 4-1 en el primer parcial. Pero ciclotímico y con errores al resto dejó que el madrileño se le echara encima para igualar a cinco. Sin embargo, Verdasco entregó ese primer set con una doble falta. Acumuló seis en las casi dos horas de partido. Un lastre demasiado incómodo.
Entre miles de escrutadores ojos rasgados, en el Centro Olímpico de Pekín, Djokovic vio cómo Verdasco rompía y se colocaba 2-1 al inicio de la segunda manga. Pero lo solucionó y en 34 minutos, elevando su nivel y tirando de saque y recursos, cerró con 6-2. En la tercera apareció su mejor versión, esa del tenista de tiros milimétricos que lame las líneas en las pistas rápidas, y aplazó un día más la rendición de su castillo.
Nadal jugará mañana contra el italiano Fabio Fognini (2-0 en el cara a cara) cuartos de final. Si gana, estará a un solo partido de volver a la cima del tenis después de que la dejara el 3 de julio del 2011. En la ciudad donde en 2008, con un reluciente oro olímpico, llegó por primera vez a lo más alto, tiene otra vez en sus manos proclamarse rey