Para muchos aficionados Wilson Palacios fue el villano
Estaba jugando un buen partido y traía el partido equilibrado, templaba bien el encuentro entre las primeras dos líneas pero todo comenzó a derrumbarse para Wilson Palacios y por ende para la bicolor desde el momento que decidió enfrascarse en un jueguito de patadas con Paul Pogba.
El colegiado brasileño Sandro Ricci interpretó esta acción como merecedora de papeletas amarillas para ambos, aquí comenzaba a cambiar la historia de un juego en el que Wilson Palacios lideraba la resistencia catracha ante una Francia que ya estaba desesperándose por no encontrar las rendijas que le bajaran la presión de marcar el primer gol. Esta jugada sucedió a los 23 minutos de la primera parte.
Y antes de irnos al descanso llegó el principio de la catástrofe, Wilson Palacios, conociendo lo quisquillosos que están las árbitros en este mundial decidió recargar el peso de su humanidad ante el mismo Pogba, jugador de la Juventus de Italia: penal y nada que reclamar, las cargas se le aliviaban a Deschamps y sus muchachos ante la inminente posibilidad de derrumbar el muro de Noel.
Al mediocampista del Stoke City se le mostraba la segunda amarilla y se iba a los camerinos con un registro de 15 pases realizados, 12 de ellos de forma acertada. Cometió tres faltas y recorrió una distancia de 4.48 kilometros dentro del campo de juego.