Pinto comparte su éxito con Suárez
Hoy que por suerte me tocó ser el primer técnico colombiano en llegar a unos cuartos de final en la Copa del Mundo con Costa Rica, país que no es el mío pero lo siento como tal. Es un momento lindo y hermoso para quienes hemos luchado y se lo quiero dedicar a todos los entrenadores colombianos.
Empezando por el más grande, el papá de todos, el doctor Ochoa; pero además que lo sientan como propio aquellos entrenadores que han caminado desde las canchas pobres de Colombia hasta los grandes estadios; los que trabajan en Pescadito, en Rebolo, en la cancha Marta de Bucaramanga, en Tumaco, en Cali, en el Tunal de Bogotá, en Medellín, en todas las ciudades del país, en pueblos chiquitos y grandes, en San Gil indudablemente.
Esto lo logramos en mis manos, pero pudo haber sido cualquier otro y lo comparto con cariño y aprecio, porque sé que muchos tienen momentos difíciles y sufren en ocasiones. El fútbol no siempre compensa ni es justo, y, muchos se quedan en el camino con grandes sueños por lo que esto también es para ellos.
A la vez un especial reconocimiento a Luis Fernando, quien por esos infortunios de la vida y a causa del fútbol está en ese momento difícil, esto es también para él.
Y a todos los que quieran ser entrenadores, el mundo del fútbol es científico y académico, por lo que la preparación académica en la medida de lo posible se debe buscar en las grandes universidades del mundo.
Mi consejo es que cuando escogen esta carrera de entrenador, la mejor forma de triunfar es preparándose, el que se prepara nunca pierde, podrá pasar momentos difíciles, pero la ciencia y la academia se impondrán siempre.