Presión olímpica sobre Estados Unidos y México
Estados Unidos y México, acérrimos rivales, afrontan los clasificatorios olímpicos de la CONCACAF con el objetivo de demostrar su valía. Los estadounidenses, en calidad de anfitriones, quieren mejorar el desempeño de la selección absoluta que recibió una lección de humildad en casa hace unos meses, al terminar tercera de la región en la Copa Oro. En cuanto a los mexicanos, su meta es demostrar que la medalla de oro conseguida hace cuatro años en las Olimpiadas de Londres no se debió al azar.
Todas las miradas estarán puestas en Estados Unidos cuando empiece a rodar el balón en este certamen, que se disputa del 1 al 13 de octubre en cuatro ciudades estadounidenses. La derrota del combinado absoluto a manos de Jamaica en las semifinales de la Copa Oro desconcertó por igual a los aficionados y a los analistas, que se cuestionaron la situación del fútbol de su país.
El equipo olímpico estadounidense está formado por jugadores nacidos en 1993 o en una fecha posterior, pero todos ellos son perfectamente conscientes de las implicaciones que ha tenido sufrir ese estrepitoso revés ante su público. El seleccionador absoluto, Juergen Klinsmann, que supervisa al conjunto olímpico que dirige su ayudante Andreas Herzog, ha declarado que los clasificatorios de los Juegos Olímpicos figuran entre las citas más importantes del año. “Se han acabado los experimentos”, ha afirmado el legendario astro alemán, que se prepara para el crucial encuentro frente a México del 10 de octubre, que determinará quién representa a la región en la Copa FIFA Confederaciones 2017. “La clasificación para las Olimpiadas es de la máxima importancia”.
Para ello, Herzog ha convocado a un equipo liderado por el sensacional Emerson Hyndman, del Fulham, capitán de los sub-20 flamantes cuartofinalistas en la cita mundialista de Nueva Zelanda. Este muchacho es considerado la promesa de mayor talento del panorama estadounidense. Ya ha debutado con la selección absoluta, y quiere más. “Me encanta vestir la camiseta de la selección, en cualquier categoría”, ha explicado.
Hyndman formará en el mediocampo, mientras que otra estrella en ciernes, Jordan Morris, que compite en el sistema universitario estadounidense, de nivel totalmente amateur, encabezará el ataque. La última participación de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos se produjo en la edición de Pekín 2008.
“Creo que en los dos últimos meses los jugadores han mostrado una actitud magnífica en el trabajo, y mucha pasión”, ha dicho Herzog, internacional en más de 100 ocasiones con su Austria natal, y principal asistente de Klinsmann en la selección absoluta. “Tenemos un plantel muy ambicioso”.
Estados Unidos es favorito para adjudicarse el Grupo A de un torneo en el que compiten ocho naciones, aunque para ello tendrá que doblegar a su vecina del norte, Canadá, que tiene como técnico al seleccionador absoluto, Benito Floro, exentrenador del Real Madrid. En el plantel canadiense hay 14 futbolistas que ya han participado en concentraciones con los mayores, y seis —entre quienes destaca Samuel Piette, que juega en España— ya han llegado a actuar con el equipo principal.
“Los Juegos Olímpicos solamente se celebran una vez cada cuatro años, así que son importantes para los futbolistas y para el país”, ha insistido Flores, que ha logrado transformar la mentalidad canadiense. Sus hombres han pasado de practicar un juego brusco, basado en el físico, a tener más seguridad en defensa y buscar la posesión de la pelota. “Tenemos una buena plantilla y vamos a esforzarnos para conseguir un puesto en Brasil”.
Completan el Grupo A Panamá, un equipo compuesto casi íntegramente por jóvenes que ya están realizando grandes progresos en la primera división del país centroamericano, y Cuba, con un plantel en su mayoría amateur y perteneciente a filiales que espera realizar un buen papel.
Optimismo de los campeones
México es el indiscutible favorito del Grupo B. En Londres 2012 se colgó la medalla olímpica tras superar en la final a un Brasil comandado por Neymar, y ahora acude con el concurso de los delanteros Erick Cubo Torres y Marco Bueno y a las órdenes del entrenador Raúl Gutiérrez, cuyo nombre es sinónimo de éxitos en las categorías inferiores. Dirigió a los sub-17 que ganaron el Mundial de su categoría en 2011, y dos años más tarde volvió a situar a sus discípulos en la final.
Ahora tiene ante sí un reto considerable: seguir los pasos de Luis Fernando Tena, que llegó a lo más alto hace cuatro años, al vencer contra todo pronóstico a Brasil y dar una medalla histórica al país norteamericano. Sin embargo, el nuevo seleccionador no está preocupado en absoluto. “Creemos que somos favoritos, somos el rival a batir”, ha admitido el exinternacional mexicano, célebre por su garra y su inteligencia.
Con todo, el Tri no tendrá un camino de rosas en una liguilla repleta de calidad y ambición: Honduras, Costa Rica y Haití rebosan talento y sed de victorias, y harán todo lo posible por viajar el próximo verano a Río de Janeiro.
Los clasificatorios de la CONCACAF se juegan a lo largo de 13 días en Estados Unidos. Los dos primeros de cada grupo acceden a semifinales, y los dos finalistas sellarán de forma automática su billete a las Olimpiadas del año que viene en Río de Janeiro. El tercero disputará una eliminatoria de repesca frente a Colombia, que podría dar a la región un tercer representante.