Ron Howard: “El duelo Alonso-Hamilton daría para una película”
Ron Howard (1-3-1954, Oklahoma) pasó por Madrid, sólo unas horas, un visto y no visto como los coches que cruzan su película ‘Rush’, que narra la rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt y se estrena el 20 de septiembre en España. El ganador del Oscar como mejor director por ‘Una mente maravillosa’ aseguró a AS que ahora ve las carreras con otros ojos.
La primera pregunta es obvia. ¿Era aficionado a la F-1 o se hizo gracias a la película?
No era muy aficionado a los deportes de motor, seguía más el béisbol o el baloncesto. Pero me gusta el drama y en el deporte sueles tener muchas dosis de drama. Y en especial en la F-1, creo que resulta muy atractiva cinematográficamente hablando. El sonido de las carreras, por ejemplo, la velocidad. Ésa es una de las razones de que la F-1 sea tan fascinante en televisión, porque hay muy buenos ángulos de cámara.
Hablando de sonidos, el otro día, viendo la película, la butaca temblaba cuando se arrancaban los motores…
Claro, claro. Es que la primera cosa que notas cuando vas a una carrera es el sonido, incluso antes de haber visto siquiera los coches. Ésa es mi experiencia y lo que yo quería brindar a los espectadores.
Como director americano, la gente podría esperar una película sobre la Indy, pero se decantó por la F-1. ¿Por qué?
No es tanto por la Fórmula 1 en sí, sino por los personajes. Son dos tipos apasionantes, de una gran personalidad. ¡Y tan diferente uno del otro! Cada uno tiene una historia interesante y cuando las combinas, cuando muestras su rivalidad, ¡guau! Y también quería mostrar el peligro de la F-1, especialmente en los años setenta… Todo eso junto, esa combinación, hace la historia tan interesante.
De algún modo las personalidades de Lauda y Hunt le ayudan a usted, son tan opuestos, el yin y el yang. ¿Podría hacer una película hoy día con pilotos que a veces se piensan diez segundos cada frase para ser políticamente correctos?
Los setenta fueron una época más arriesgada, de más libertad, y yo quería demostrarlo. Recuerdo cuando yo era actor en la serie Happy Days. La cultura de los setenta ha influido a la hora de contar esta historia, pero también James Hunt y Niki Lauda eran famosos por no engañar a nadie, por decir la verdad, realmente no les importaba lo que la gente pensara. Creo que hoy también hay historias notables, pilotos interesantes, con encanto, lo que sucede es que no tenemos perspectiva. Vemos las carreras, pero habría que contemplar sus trayectorias completas. Pero sí, seguro que dentro de veinte años me sorprendería una película sobre esos duelos, sobre pilotos como Alonso o Hamilton. Porque son gente interesante.
La película se ha filmado en muchos circuitos, desde Nurburgring, lugar del accidente de Lauda, a otros británicos como Brands Hatch, Crystal Palace, Snetterton o Cadwell Park. ¿Tuvo algún problema para rodar en ellos?
El problema es que las pistas estaban muy ocupadas. Tenías cuatro horas un día, seis horas otro. Y nos complicaba las cosas. Estamos acostumbrados a ir a un lugar y tener tiempo suficiente, pero las carreras son un gran negocio, el tiempo en pista es muy preciado, así que el gran reto fue aprovechar el tiempo del que disponíamos.
Los coches de Lauda y Hunt, el Ferrari y el McLaren, ¿eran reales en el chasis, en el motor, en las dos cosas?
En el chasis y en el motor. Tuvimos el coche real de Hunt y el de Lauda. Los propietarios de esos históricos de F-1 nos permitieron utilizarlos. También teníamos el Lotus de Mario Andretti, dos Tyrrell de seis ruedas, de Depailler y Scheckter. En suma, siete u ocho monoplazas históricos. ¡Esos coches valen millones! A los propietarios les gustaba la historia que contábamos y nos permitieron utilizarlos. Eso sí, no permitían que otra gente los pilotara, ni siquiera a los especialistas.
Se mira pero no se toca…
Exacto, sólo ellos. Yo pensaba, esta gente debe de ser tan rica, no creo que vayan a estar todo el día esperando a que hagamos una toma, seguro que reciben una llamada y se tienen que ir a una reunión… Pero sí, estuvieron, fueron increíblemente leales y pacientes.
¿Quiénes eran esos propietarios anónimos?
Gente que compite, amantes de las carreras. También utilizamos réplicas que los actores y especialistas pudieron pilotar, que no corrían tanto, pero que aún así iban el doble de rápido de lo que nadie lo haya conseguido en Hollywood.
¿Pero Brühl y Hemsworth se sentaban sólo en el coche o también corrían?
Sí, corrían, en las réplicas sí. Nosotros enfocábamos sus caras, necesitábamos ver sus reacciones, cada vez que el coche entraba en el pit lane quería tener la oportunidad de verles llegar, levantar la visera, quitarse el casco, que se viera que realmente estaban conduciendo.
Lo que no sé es si Daniel y Chris pasaron miedo…
Una vez, en un ensayo, Daniel estaba practicando con el Ferrari, llegando y saliendo del pit lane, y de repente el neumático delantero derecho salió disparado por los aires. Afortunadamente no pasó nada, nadie se hizo daño, pero nos recordó que hay cosas inevitables, que cualquier cosa puede ocurrir.
Les recordaba que esto no es Pixar (compañía de animación por ordenador, creadora de éxitos como Toy Story).
No, era completamente real.
Algunos detalles de la película me llaman la atención. Por ejemplo, cuando el cura le da la extremaunción a Lauda en la cama del hospital tras el accidente. ¿Es verdad, Lauda se lo confirmó?
Sí, Lauda recuerda al cura allí, a su lado, algo que le enfadó mucho. Lo que le dijo al cura en aquel momento es verdad.
Y también en el hospital, ¿es cierto que cuando le extraían aire de los pulmones, con aquel artilugio que nos da arcadas incluso en la butaca del cine, Lauda seguía las carreras por televisión?
(Risas, más que risas carcajada) Bueno, él seguía las carreras muy de cerca, pero no sé si tanto…
El circuito del Jarama también es protagonista en la película, con aquel GP de España en el que gana Hunt, pero le descalifican por una ilegalidad en su McLaren y la victoria pasa a Lauda (dos meses después la apelación de McLaren surtió efecto y Hunt recuperó el triunfo). Se ve la recta principal del Jarama, ¿filmó en ella, es un efecto digital, los guardias civiles también?
Nosotros vestimos a gente de guardias civiles para aquellas escenas, pero creamos digitalmente las características del circuito. Utilizamos material de archivo, también recurrimos a trucos como el de la película Forrest Gump, en lugar de que Tom Hanks esté con Richard Nixon, pusimos los coches que necesitábamos en aquella toma. Es un modo de utilizar un 99% de archivo pero aún así seguir contando nuestra historia de un modo auténtico.
¿De quién fue la idea de proyectar la película a los pilotos en Nurburgring, precisamente allí, lugar del accidente de Lauda, sólo unas horas antes de que disputaran la carrera?
Íbamos a hacer aquella presentación antes, habíamos pensado en el circuito de Monza, pero hubo que cancelarla porque yo trabajaba. Casi dos semanas antes, Niki (Lauda) dijo que iba a estar allí con el equipo, había la posibilidad de mostrar la película a Ecclestone, a mucha otra gente. Además yo tenía que estar allí por motivos de publicidad, así que fue el momento más adecuado.
La sala a oscuras, supongo que no vería las caras de los pilotos durante la proyección, ¿pero qué le dijeron después?
Me dieron un gran aplauso. Luego vinieron a darme las gracias, mecánicos, ingenieros, pilotos, también Bernie. Todos tuvieron palabras de elogio, eso fue un sueño.
Lauda habla muy bien de la película y de usted. ¿No le ha puesto ningún pero?
No. Obviamente debe de ser muy extraño ver parte de tu vida concentrada en dos horas. No es un documental, no eres tú, está claro que es una interpretación de tu vida. Es mi punto de vista, el de Peter Morgan (el guionista), combinados, compartimos lo que nos parece interesante. Es diferente a un documental, debe de ser raro para él. Él me dijo que el ambiente era muy auténtico, es más o menos lo que Bernie Ecclestone me comentó: ‘Me ha hecho volver atrás en el tiempo, a aquella época. Yo estaba allí. Gracias por filmarla’. Y eso no es muy usual en Bernie, que suele estar bromeando; eso fue un elogio honesto que yo agradecí mucho.
¿Y algún familiar de James Hunt o amigo le dijo qué le había parecido la película?
No he hablado con ellos, pero sí con gente que lo ha hecho. Y les ha gustado la película. Obviamente, de nuevo quiero dejarlo claro, no se refleja exactamente a James Hunt, pero creo que sí respetan la dimensión que hemos mostrado, porque la mayoría de la gente lo ve como un playboy o un competidor alocado, pero no ven al personaje completo, con sus complejidades. Y eso es lo que me interesaba, no tanto con cuántas mujeres se había acostado.
En la escena en la que se encuentra a Lauda, que está a punto de subirse a su avión, vemos quizá al Hunt más cercano, también la rivalidad bien entendida con Lauda…
¿Sí? Oh, qué bien. Eso era lo que pretendía.
Ya rodada la película, ha vuelto a pisar los circuitos. Silverstone, por ejemplo. ¿Le ha picado el gusanillo de la F-1?
En Silverstone he estado dos veces ya. También fui a Austin. Ahora disfruto de verdad. Antes veía las carreras de otra manera. Veía la salida, me iba a comer algo, a la nevera, hablaba por teléfono, volvía a sentarme, luego regresaba para el final. Pero ahora, ¡oh, tío, no quiero ni ir al baño!
La última pregunta sí que es de ficción. Si tuviera que filmar una película sobre el Mundial 2013, ¿quién ganaría en ella?
Oh, es demasiado pronto para hacerme esa pregunta. Empezamos ahora la segunda mitad de la temporada, así que… Eso es parte del drama. Y usted, ¿quién cree que ganará? Vettel, ¿no?
Suena a eso, a no ser que Ferrari mejore de verdad el coche. Entonces, Alonso quizá…
¿Pero Alonso es segundo o es tercero ahora? Raikkonen es segundo, creo… Bueno, bueno… Muy apretado.