Sagnol: “Me gusta el fútbol espectáculo”
A sus 37 años, Willy Sagnol es todavía un entrenador muy joven, lo que no impidió que el Girondins de Burdeos le confiara las llaves de la casa el verano pasado. Aparte de su glorioso pasado de jugador, el único bagaje de Sagnol por entonces era una experiencia –exitosa, eso sí– al frente de las selecciones sub-20 y sub-21 de Francia.
Tras un comienzo de temporada despampanante, el Girondins ocupa actualmente en la liga francesa un 5º puesto que espera mejorar este domingo tras recibir al Olympique de Lyon (3º). Antes de su último partido del año, el ex lateral derecho del Bayern de Múnich y de los Bleus concedió una entrevista para hablar de su nuevo cargo, pero también de sus favoritos para el FIFA Ballon d’Or, entre otras cosas.
En su opinión, ¿quién ha sido el mejor entrenador del año?
En un año de Mundial, generalmente es el que lo gana. Aunque Carlo Ancelotti se lo merece tanto o más por haber ganado la Liga de Campeones, me parecería normal que fuese Joachim Loew. Son complicados de desempatar porque tienen características diferentes, pero son entrenadores que ganan, y eso es lo que se les pide. Para mí, la cosa se resolverá entre ellos dos, aunque Diego Simeone es quizás el que ha tenido más impacto sobre su equipo en toda la temporada. Se nota de veras que está ahí la mano de Simeone. Es un entrenador como era de jugador. Es alguien que no deja nada suelto, que está atento a todos los detalles y que insiste mucho en la noción de grupo, de motivación y agresividad en el buen sentido del término. Su equipo se parece a él, y por eso obtiene buenos resultados.
¿Tiene alguna preferencia entre Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Manuel Neuer para el FIFA Ballon d’Or 2014?
La verdad es que no tengo preferencias. Por un lado, tenemos a dos delanteros geniales que están marcando la historia del fútbol y que van a seguir marcándola por mucho tiempo, y por otro, a un portero que ha sido un muro todo el año. Neuer es también un jugador de campo. Lo vimos durante el Mundial; se integra muy bien en el juego de su equipo. Él es campeón mundial, pero Messi y Ronaldo baten récords. Es complicado desempatarlos; en todo caso a mí me lo resulta. Yo diría que, de cara al Balón de Oro, el único ‘defecto’ de Neuer es ser guardameta.
¿Qué entrenadores le marcaron más en su carrera de jugador?
Todos me marcaron; cada uno a su manera. Jean Tigana y Claude Puel en el Mónaco me inculcaron las exigencias de la profesión. Luego estuvo Ottmar Hitzfeld en el Bayern de Múnich, que era un grandísimo entrenador, y también Felix Magath, que me hizo trabajar muchísimo. Mis años con él fueron muy difíciles, pero coincidieron con mi mejor momento de forma.
Está teniendo bastante éxito como entrenador joven…
No tengo que juzgarme en plena temporada. Podremos hacer un balance de mi primer año en el mes de mayo. Estoy sometido a un cuestionamiento constante, y trabajo para obtener resultados a largo plazo. Es un poco pronto para analizar mi experiencia con la selección de Francia sub-21 y mis seis meses en el fútbol de clubes, pero está claro que todo el mundo prefiere ganar los partidos, porque eso da validez al trabajo realizado.
¿Cuáles son los principios que más se toma a pecho?
Trato de insistir en primer lugar en el aspecto humano, porque se es persona antes de ser jugador. Me esfuerzo en estimular la confianza de los jugadores a diario. A partir de ahí, mi trayectoria como jugador hace que me guste el fútbol espectáculo, aunque eso haga perder a veces un poco de equilibrio en el juego. Para mí, el fútbol es ante todo un espectáculo. Por supuesto, se deben lograr buenos resultados, pero también se debe agradar. Me gusta que mis jugadores sean capaces de excederse de sus funciones.
Sólo tiene 37 años; es decir, no es mucho mayor que algunos de sus jugadores. ¿Se siente cercano a ellos?
La proximidad es natural; sobre todo a causa de la edad. Pero pienso que, por principio, un entrenador debe aun así guardar una cierta distancia, porque su papel consiste en tomar decisiones que, a veces, no agradan a todo el mundo.
En relación a 2009, el año del último título liguero del Burdeos, lo está haciendo tan bien como Laurent Blanc…
No se pueden comparar las épocas. Comparar la cantidad de puntos que tiene el Burdeos hoy con la del año del último título hasta la fecha es como comparar a Platini con Pelé: es imposible. Lo primero fue hace menos tiempo, ¡pero cinco años en el fútbol es muchísimo! Sobre todo en los clubes, donde las plantillas cambian mucho y donde el éxito y los momentos difíciles se alternan regularmente. Hoy estamos contentos de tener nuestros 31 puntos, aunque podríamos haber obtenido más en algunos partidos en los que no dimos todo lo que hacía falta para ganar. Ahora hay que seguir sumando la mayor cantidad posible para conseguir algo interesante a final de temporada; es decir, un puesto en Europa.
Cuando ve a su colega Laurent Blanc enfrentándose a los grandes de Europa en la Liga de Campeones, ¿le da envidia?
Cuando eres jugador, puedes intentar proyectarte hacia el futuro y hacer planes sobre tu carrera en relación a su evolución. Como entrenador, resulta más difícil. En todo caso, no me veo ambicionando ya algo en los años venideros. La carrera del entrenador depende de las actuaciones de su equipo, mientras que la de un jugador depende primero de sus actuaciones individuales. Para nosotros hay muchos más factores que son tenidos en cuenta. Además, hay unos 20-25 jugadores por equipo profesional frente a un solo entrenador. Eso deja muchos menos puestos y, por tanto, posibilidades.
A los entrenadores se les pone cada vez más de relieve. ¿Qué le inspira ese protagonismo?
Es normal que se hable mucho de alguien como Mourinho, por ejemplo, porque es un entrenador que gana. Y lo mismo pasa con Guardiola. El carácter de la gente también cuenta; Guardiola y Mourinho son bastante efusivos en su forma de ser. Carlo Ancelotti también gana mucho pero da menos que hablar porque es un poco más tranquilo, más reservado. Hoy en día no sé dónde se encuentra la verdad de lo que hay que ser. También hay que saber utilizar algunos elementos potenciadores de la comunicación en relación a tu club y a tu equipo. Algunos grupos de jugadores necesitan sentir vibrar a su entrenador con ellos; otros necesitan más calma. Pero es normal hablar de gente que triunfa.