Serena Williams, pentacampeona, frente a Victoria Azarenka
La estadounidense Serena Williams conquistó su quinto US Open de tenis al batir por segundo año consecutivo en la final a la bielorrusa Victoria Azarenka en un vibrante encuentro entre las dos mejores jugadoras del momento. La número uno del mundo ganó por 7-5, 6-7 (6-8) y 6-1 en dos horas y 45 minutos y sumó su noveno título de la temporada y su décimo séptimo Grand Slam, quedando a tan sólo uno de leyendas como Chris Evert y Martina Navratilova.
Williams, de 31 años, puso el broche de oro a dos semanas magistrales: dominó a todas sus rivales, jugó a placer hasta la final y cedió sólo un set en todo el torneo. La estadounidense logró además el mayor premio monetario en la historia del tenis femenino. La campeona se embolsará 3,6 millones de dólares por conquistar el último grande de la temporada y por ser la ganadora de las US Open Series, que engloba varios torneos anteriores. Además, la líder del ranking se convirtió en la primera tenista en superar los nueve millones de ganancias en una única temporada. Sólo Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic -en dos ocasiones-, superaron esa barrera en la historia del tenis. Con este premio , Williams ganó más de 50 millones de dólares en toda su carrera.
Su camino a la final fue plácido, pero en el partido decisivo la bielorrusa y el continuo viento tendieron muchas trampas a la estadounidense en el estadio Arthur Ashe, que no se llenó en una soleada tarde de domingo.
Serena, incómoda con las rachas de viento
Azarenka, campeona de dos Abiertos de Australia, comenzó sorprendiendo a la favorita y rompió en el primer juego del partido. La estadounidense estaba incómoda con el viento, su falda rosa fucsia se levantaba continuamente y le estorbaba al sacar. En menos de media hora, Williams ya llevaba cuatro juegos en contra, más de los que encajó en los dos últimos partidos hacia la final, en los que arrasó a la española Carla Suárez y a la china Li Na. La estadounidense, que ganó la final de 2012 por 6-2, 2-6 y 7-5, vivió los momentos más complicados cuando sacaba para igualar 5-5 en el primer parcial. Una doble falta, un ojo de halcón acertado por su rival y una falta de pie daban oportunidades a Azarenka mientras el viento seguía y seguía haciendo remolinos en la pista.
La campeona sufrió y rugió en esos momentos después de cada punto. Azarenka, al otro lado de la red, tampoco calló y celebró sus tiros como si fueran los últimos. Pero Williams fue más fuerte y salió viva del juego de raquetazos que propuso su rival. A pesar de contar con un 40-15 para adelantarse 6-5, la número dos del mundo cedió otra vez su servicio -por vigésima primera vez en el torneo- y dejó a Williams a un paso del primer set, a casi un paso de un nuevo título.
El segundo set fue un reflejo del actual tenis femenino: la anarquía se apoderó del juego, Azarenka cedió sus dos primeros saques para recuperarlos después e inmediatamente volver a entregarlo. Williams dispuso de dos servicios para cerrar el partido, pero la bielorrusa no estaba dispuesta a marcharse de Nueva York sin forzar a la campeona.
Azarenka se llevó un emocionante tie break, pero se esfumó a partir de entonces. Williams sacó el rodillo e impuso su ley por quinta vez en la ciudad de los rascacielos. Se marchó decepcionada la bielorrusa, entre lágrimas, pero con 1,3 millones de dólares en el bolsillo.
Williams, ganadora en Nueva York en 1999, 2002, 2008 y 2012, está viviendo una segunda juventud. A sus 31 años y 348 días, la estadounidense ganó su noveno título de 2013, su mejor temporada en número de trofeos. Además, fue su conquista número 55, cifra con la que iguala en el séptimo lugar de la lista histórica con Virginia Wade y Lindsay Davenport.