Tocoa una Ciudad con mucha cultura deportiva
Esta imagen quedará grabada en la historia del futbol nacional: Ricardo Elencoff, presidente de la Real Sociedad fue a levantar la mano al ganador Mateo Yibrín. Toda una muestra de caballerosidad deportiva.
Una de los temores que se tenía al momento de conocer que la gran final del fútbol hondureño se jugaría en Tocoa era el comportamiento de la afición. Y no es para menos, en la zona del Aguán de todos es conocido los conflictos agrarios que se han dado entre campesinos y las autoridades. La Liga Nacional tomó sus precauciones, la Policía hizo sus deberes y las aficiones cumplieron.
Cada uno de los visitantes que llegaron a la capital nacional de la palma africana se llevó un dulce sabor de boca. Tocoa es una ciudad con bajos niveles de delincuencia y según dicen los mismos habitantes, la gente puede caminar a cualquier hora de la noche y con sus teléfonos móviles en la mano sin el temor de que le sean arrebatados y ese respeto se trasladó a las gradas.
Los anillos de seguridad y la presencia policial se pudieron percibir desde la entrada al departamento de Colón en la posta de Planes cerca del municipio de Sonaguera, y también había militares en la entrada a Tocoa y en la calle que conduce al “Francisco Martínez Durón”. La gente hizo fila de manera ordenada y a las once de la mañana se abrieron los portones del estadio.
La concurrencia comenzó a llenar paulatinamente el inmueble sin dejar un solo lugar vacío. La barra del Real España fue muy bien recibida, no hubo conatos de bronca y estuvieron junto a la “Ultra Roja” o barra de la Real Sociedad únicamente separado por un cordón de seguridad.
Tanto la Liga Nacional como sus patrocinadores y fuerzas vivas de la comunidad se esmeraron en que hubiera un espectáculo digno de una final con un derroche de belleza y talento musical y de baile que culminó con la entrega de la copa al campeón. La afición local se fue a casa resignada, pero miró a su equipo morir de cara al sol, como uno de los subcampeones más dignos que ha tenido el futbol nacional, mientras los visitantes salieron en caravanas hasta La Ceiba algunos y los demás que se unieron a la fiesta que le esperaba a la Máquina en San Pedro Sula.
