Turquía está de vuelta
Selçuk Inan es el nuevo héroe de Turquía. El golazo de falta que el centrocampista internacional le marcó a Islandia en el minuto 89 del último partido de su selección en la competición preliminar de la Eurocopa 2016 permitió que el combinado turco se clasificase de forma directa para la cita continental como el mejor de los terceros. A sus 30 años, el futbolista del Galatasaray de Estambul se ganó además un hueco en el corazón de la hinchada otomana, que se caracteriza tanto por su extraordinaria pasión como por el enorme orgullo que siente por sus colores. El billete para Francia 2016 se convirtió además en un reconfortante bálsamo para unos aficionados que en los últimos tiempos no habían tenido la oportunidad de disfrutar de demasiadas alegrías.
Y es que Turquía llevaba ocho largos años esperando un éxito así. La Eurocopa de Austria y Suiza 2008 fue el último gran certamen internacional que contó con la participación de un combinado turco que en aquella ocasión alcanzó contra pronóstico las semifinales y que ahora afronta con enorme ilusión el anhelado regreso a la competición continental. “Creímos en nuestras posibilidades, luchamos por el objetivo y acabamos consiguiéndolo. Ahora nos sentimos muy aliviados por no haber decepcionado a nuestro pueblo, que siempre nos ha apoyado”, declaró Arda Turan, el capitán del cuadro otomano.
Sin embargo, con todo el respeto al “salvador” Inan, hay otro hombre que resultó clave para la clasificación de Turquía, aunque lo más probable es que los aficionados otomanos no le hayan rendido homenaje alguno. Y es que sólo el gol que el internacional kazajo Islambek Kuat le marcó a Letonia en el minuto 65 del partido disputado en Riga en la última jornada de la competición preliminar hizo posible que el combinado letón acabase último del Grupo A y que, en consecuencia, los resultados cosechados contra este equipo no computasen a la hora de elaborar el escalafón de los mejores terceros. Al fin y al cabo, Turquía había cedido dos empates contra la selección báltica, mientras que a Kazajstán le había ganado ambos partidos.
Su mejor clasificación desde 2009
Como ocurre tantas veces en el fútbol, la suerte resultó al final decisiva para que las cuentas le cuadrasen a Turquía. Sea como fuere, lo importante en última instancia es la consecución del billete europeo, un logro que ha tenido a su vez una repercusión positiva en la posición de la selección otomana en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola. En la edición de noviembre, el combinado que dirige el seleccionador Fatih Terim es uno de los seis equipos que han escalado al menos diez puestos para colocarse entre los cincuenta primeros del escalafón.
La selección que conquistó el tercer puesto en Corea/Japón 2002 ha protagonizado el ascenso más importante en la tabla global, por delante de Bosnia y Herzegovina (ahora 20º, tras una mejora de 10 puestos), Ecuador (21º, 10 puestos), República de Irlanda (42º, 12 puestos), Paraguay (47º, 14 puestos) y Serbia (49º, 14 puestos). Gracias a su victoria en casa por 1-0 contra Islandia y al triunfo por 0-2 que consiguió tres días antes en República Checa, la escuadra del Bósforo escaló nada menos que 19 posiciones para situarse actualmente en el puesto 18º.
Turquía no alcanzaba una posición tan destacada desde junio de 2009, cuando ocupó el puesto 12º. Tras una competición preliminar muy accidentada en la que el billete europeo llegó a parecer por momentos una quimera inalcanzable, la selección otomana quiere demostrar en la cita francesa que vuelve a estar capacitada para codearse con la élite del fútbol internacional. “Ahora tenemos un plantel joven y por eso nos sentimos más orgullosos si cabe de haber logrado la clasificación”, se congratula un optimista Terim.
La nueva generación llama a la puerta
El veterano entrenador, que tiene actualmente 62 años, podría estar planteándose incluso la posibilidad de seguir rejuveneciendo el plantel en los próximos meses. Además del talentoso Hakan Çalhanoglu, centrocampista del Bayer Leverkusen que con sólo 21 años ya ha dejado su sello en la selección y que no para de crecer cada día que pasa, el atacante Yunus Malli, otra joven promesa criada en Alemania, llama cada vez con más fuerza a la puerta del combinado turco.
Dotado de una velocidad endiablada y con una gran capacidad de desborde, el futbolista del Mainz 05 debutó como internacional en el amistoso que Turquía disputó frente a Qatar hace dos semanas y que se saldó con victoria otomana por 2-1. Malli se ganó la llamada del seleccionador con su gran inicio de temporada en la Bundesliga, en la que está brillando con luz propia y ha anotado ya siete goles en doce partidos. “Éste es el siguiente paso en mi carrera”, declaró en alusión a su estreno este futbolista de 23 años. Malli intentará ahora contribuir a que Turquía continúe también avanzando en su intento de reverdecer viejos laureles.