Un gran Lebron James no da ninguna opción a los Bobcats
Dados los emocionantes, apasionantes y apretadosplayoffs que estamos viviendo, hay que reconocer la labor de los Heat, único equipo que se mantiene invicto en la postemporada. Tras ganar los dos primeros encuentros de la serie ante los Bobcats en Miami, los de Spoelstra viajaron a Charlotte con la intención de dar un golpe encima de la mesa para destaparse como el único candidato al anillo que ha hecho buena esta condición por el momento. Dicho y hecho. Cumplieron su cometido en los tres primeros cuartos. El último cuarto apenas sirvió para que los locales, quienes volvieron a disputar un encuentro de las eliminatorias por el título en casa cuatro años después, maquillaran el resultado hasta el 85-98.
Con los visto hasta ahora, salvo una sorpresa mayúscula (en el deporte nunca es descartable, y más con lo que estamos pudiendo contemplar en esta primera semana de playoffs), Miami tiene prácticamente certificada su presencia en las semifinales de la Conferencia Este. De los 108 equipos que se han adelantado con 3-0 en una eliminatoria, únicamente tres (Knicks en 1951, Denver en el 94 y los Blazers en 2003)consiguieron empatar para acabar cayendo en el séptimo y definitivo duelo. De hecho, lo más habitual es que en estos casos la serie se acabe decidiendo por un 4-0 (ha ocurrido en el 60% de los casos). La irregular temporada que han contemplado parece haber quedado ya atrás. La maquinaria de los Heat parece ya carburar a pleno rendimiento.
Los Bobcats, espoleados por el público que llenó el Time Warner Cable Arena, completaron un gran inicio. Entre Kemba Walker, quien repartió cuatro de sus cinco asistencias en el primer cuarto, y un imponente a la par que renqueante Al Jefferson (concluyó el primer periodo con 15 puntos), dieron a los locales una ventaja de siete puntos (9-16) en los seis primero minutos. Entre LeBron James y Chris Andersen apagaron el incendio pese a la exhibición de Al Jefferson, concluyó con 20 tantos y cinco rebotes en media hora de juego, en la pintura. El 27-23 del primer cuarto daba esperanzas a la franquicia de un Michael Jordan que aplaudía en la grada cada acción positiva de los suyos.
A comienzos del segundo cuarto, entre Dwyane Wade (17 puntos y seis asistencias), Chris Bosh (anotó sus ocho tantos en los 16 primeros minutos), y los triples de Ray Allen, Mario Chalmers y Norris Cole, dieron el mando a los de Spoelstra. Tras ellos, LeBron James (el mejor de la noche con 30 puntos, diez rebotes y seis asistencias en 36 minutos) acabó por asestar el golpe definitivo. “Somos un equipo veterano y no nos solemos poner nerviosos. Hicimos ajustes y fuimos capaces de dar la vuelta a la situación. Pude romper su línea de defensa y los tiros libres que conseguí anotar antes del final del segundo periodo fueron importantes para conseguir una ventaja de 12 puntos”, analizó el gran protagonista de la noche.
El 46-58 con el que se llegó al descanso no hizo más que aumentar en el tercer periodo. Las pérdidas de balón lastraban a los Bobcats y facilitaban los rápidos contraataques de los de Florida. En uno de ellos, LeBron encaró el aro mirando a Michael Jordan antes de machacar el aro. Muy motivado, ‘King’ James completó una de sus mejores actuaciones del curso ante el equipo de cuyo propietario aspira a desbancar.
Por parte local, Chris Douglar-Roberts tomó el relevo en el juego ofensivo a Jefferson. Saliendo desde el banquillo consiguió 17 puntos. Pese a ello, se llegó al último cuarto con todo resuelto. Así lo entendió Steve Clifford, quien dejó en el banco al propio Jefferson y Kemba Walker para que descansen de cara al próximo lunes. De nuevo ante su afición, los Bobcats intentarán conseguir su primera victoria de su historia en playoffs ante unos Heat que querrán decidir la serie por la vía rápida.