Un nuevo Messi
Leo Messi goleador, Leo Messi pasador. Son las dos caras del crack, un jugador que cifras en mano ha sido el mejor en las facetas más determinantes del fútbol en el periodo que abarca las seis últimas temporadas. En esos años explotó como nadie su incidencia directa en el gol ejerciendo siempre de ‘falso 9’. La llegada de Luis Enrique puede suponer a medio plazo un cambio en el papel táctico de Messi. La idea pasa por retrasar su posición para hacerle más partícipe del juego y, con opción de acabar también las jugadas, aprovechar su gran talento para dar el último pase.
Para ello hay dos soluciones: una, colocar a Messi como enganche y punta de un rombo en el centro del campo, con Neymar y Luis Suárez más cerca del área. La otra, un dibujo más rompedor en el Barça, un 4-2-3-1 en el que, por delante de Mascherano y Busquets, Messi sea el eje de una línea de tres mediapuntas que ponga balones a Luis Suárez.