Voss-Tecklenburg: “Tenemos mucho que ganar”
El tema Happy, de Pharrell Williams, ha sido uno de los éxitos musicales del año. No hay aficionado que desconozca esta pegadiza melodía, que sonó también en los estadios brasileños durante la Copa Mundial de la FIFA 2014™. El título de la canción podría perfectamente utilizarse para describir en una palabra el estado de ánimo de la seleccionadora suiza Martina Voss-Tecklenburg tras la celebración en Ottawa del sorteo de la fase de grupos de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015™: ¡felicidad!
“El grupo que nos ha correspondido es muy interesante para una selección debutante como la nuestra, ya que nos mediremos a tres equipos con estilos diferentes. Es un alivio poder centrarnos ya en preparar el certamen”, declaró una Voss-Tecklenburg radiante. Suiza realizó una fase de clasificación brillante y será sin duda una selección a tener muy en cuenta en la cita canadiense. El combinado helvético fue el primer equipo europeo en sellar el billete mundialista y superó en su grupo a Dinamarca, una selección mejor situada en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola. En Canadá 2015, que supondrá su estreno en un certamen mundialista, Suiza se enfrentará en la primera fase a Japón, actual campeona del mundo, Camerún y Ecuador.
“En la fase de clasificación me sorprendió nuestra regularidad y la capacidad que mostramos para adaptarnos a las exigencias de cada momento. Hubo rivales con los que llevábamos el peso del juego y otros, como Dinamarca e Islandia, frente a los cuales no jugábamos de la misma forma porque no éramos favoritos”.
Cambio de mentalidad y nuevos desafíos
“También me sorprendió que acabásemos la competición preliminar con 28 puntos, 53 goles a favor y sólo uno en contra. Sabíamos que el plantel tiene mucha calidad. Contamos con grandes jugadoras en ataque, pero nuestras defensas también han demostrado que se puede confiar en ellas”, añade esta ex futbolista, internacional con Alemania hasta en 125 ocasiones.
Los éxitos que Suiza ha cosechado en los últimos tiempos no son fruto de la casualidad. El combinado helvético cuenta en la figura de Voss-Tecklenburg con una entrenadora que durante su etapa de futbolista cosechó numerosos títulos y que en los banquillos ha dado continuidad a su mentalidad ganadora. Sin embargo, a la seleccionadora suiza no le gusta darse importancia. “El mérito nunca corresponde a una persona sola. No basta con la entrenadora, sino que hace falta que todo el equipo reme en la misma dirección. Desde el principio he dicho que en Suiza hay jugadoras con mucho talento, pero todavía faltan cosas por mejorar”, asegura esta subcampeona del mundo en 1995.
Desde que llegó al cargo, Voss-Tecklenburg no sólo ha logrado cambiar la mentalidad de sus jugadoras, sino que las ha instado a no acomodarse y a buscar nuevos desafíos. “Noelle Maritz, por ejemplo, se fue al Wolfsburgo con 17 años, lo cual tiene mucho mérito. Hablamos de desafíos importantes que las jugadoras no dudan en afrontar a pesar de los riesgos que implican. Cuando después lo hacen bien con sus clubes, su experiencia y sus logros repercuten de manera muy positiva en la selección”, explica la cuatro veces campeona de Europa cuando se le pregunta por el secreto del éxito de su equipo.
“Igualmente relevante es que las internacionales que juegan en Suiza se han dado cuenta de que ellas también son importantes en la selección y de que pueden alcanzar las mismas metas aunque sea de forma diferente, lo que ha reforzado el espíritu de equipo y ha incrementado la solidaridad del plantel”, añade.
Suiza se beneficiará así de la dilatada experiencia de su entrenadora, que como jugadora disputó tres ediciones de la Copa Mundial Femenina de la FIFA (1991, 1995 y 1999). Sin duda, Voss-Tecklenburg sabrá transmitirles a sus futbolistas los mensajes adecuados antes de cada partido, aunque la competición mundialista actual tenga muy poco que ver con la de los tiempos de la ex internacional alemana.
El fútbol femenino sigue creciendo
“Hoy hay muchos más equipos capacitados para jugar a un nivel muy alto y profesional. Además, el interés de los medios de comunicación y del público se ha incrementado, mientras que en el aspecto deportivo se ha progresado mucho también. En el Mundial de 1991 me entraron unas agujetas tras el tercer partido que casi no me podía mover. El mero hecho de saltar al terreno de juego ya era un suplicio. Las cosas son totalmente distintas hoy en día. La profesionalidad, la seriedad y el apoyo, ya sea por parte de la FIFA o de las asociaciones nacionales, no tiene nada que ver con lo que era antaño. En cualquier caso, el fútbol femenino todavía tiene margen de mejora, especialmente en lo que se refiere a la preparación física y al ritmo de juego”.
La seleccionadora suiza cree que la nominación de una mujer –Stephanie Roche– entre los tres finalistas al premio Puskás de la FIFA, que distingue el mejor gol del año, supone una confirmación de los progresos que sigue realizando el fútbol femenino. “Son hitos importantes, ya se trate de elegir el mejor gol del año o de determinar quién ha sido la mejor futbolista y la mejor entrenadora o entrenador del fútbol femenino, porque demuestran que se nos respeta más. Son pasos importantes en el desarrollo del fútbol femenino, puesto que nos dan una presencia en los medios de comunicación y hacen que se nos tome en serio”, explica.
Dentro de un año podrían ser la propia Voss-Tecklenburg o alguna de sus jugadores quienes estén entre las candidatas a alguno de estos premios individuales. El primer paso ya está dado. “Ya hemos conseguido lo más importante, que es estar entre las 24 selecciones que disputarán el Mundial. Tenemos mucho que ganar y nada que perder. Si consigo que las jugadoras interioricen esta mentalidad, estoy segura de que podemos jugar muy bien al fútbol”.