Yul resurgió y es el corazón de Marathon
“Lo mejor está por venir”, es la frase que siempre sale de los labios de Yul Arzú. La confianza en Dios y su sonrisa se han mantenido a pesar de los malos momentos.
A Yul le costó ganarse un puesto en Marathon y sobre todo desde que Manuel Keosseián llegó. Su buen paso por Deportes Savio y Vida le permitieron llegar al club verdolaga.
En su historia deportiva, muchos le han visto jugando béisbol y hasta practicando golf en La Lima, su cuna. Ahora, entre la familia verde, no hay más héroe que él.
Así es como Marathon ha llegado a la final, Yul ha sido el pilar. Sus espectaculares tapadas, han hecho que sus compañeros, cuerpo técnico y aficionados respalden totalmente su continuidad y aplaudan su gran trabajo.
Yul Arzú es el corazón de Marathon y para llegar a serlo vivió momentos amargos, es en la banca, donde esperó paciente por la oportunidad que hoy disfruta.
Cuando Shane fue separado de Marathon, al inicio del Torneo Clausura, el guardameta hondureño tuvo la ilusión de ser el primer portero del club sampedrano, pero no fue así, la dirigencia le apostó al uruguayo Mathias Rolero y nuevamente lo relegaron al banquillo.
Sin embargo, Mathias fue un problema para el equipo cuando más lo necesitaba. El “Monstruo” peleó por no descender, se salvó y clasificó al repechaje gracias a las grandes actuaciones de Yul en el cierre de las vueltas regulares, durante el transcurso del repechaje y también en las semifinales. El golero verdolaga le ha dado a Marathon, en gran parte, su pase a la final del fútbol hondureño.