Austria será la primera frontera para Ferrari este año
Miró hacia la hierba y decidió que era mejor darse la vuelta por el otro lado, aunque fuera invadiendo la parte de Red Bull, el equipo que estaba junto a Ferrari en el circuito de Bahrain. Otras veces, al terminar de hablar con los periodistas, Fernando Alonso pasa junto a los que le seguimos por el mundo, a algunos les da la mano, un gesto, un saludo. En Bahrain no. Normal. Lógico. El piloto español no pudo hacer nada en la carrera, por ejemplo cuando los dos Force India le arrasaron en la contra recta de meta. Y es que, tal y como ya veníamos avisando desde el pasado jueves, la carrera de Ferrari en este circuito iba a ser la peor del año. Porque si en Australia eran el quinto mejor coche, en Malaisia el tercero y en Bahrain… el sexto. Mercedes, Force India, Red Bull, Williams, McLaren y después los coches rojos.
Así las cosas, las caras eran las que tienen que ser, salvo alguna sonrisa fuera de lugar y alguna otra de esas nerviosas, de las de es mejor reír que llorar. Así estaban en el box, en la caseta de Ferrari. La esperanza está en mejorar el rendimiento del F14 T. Alonso dijo después de la carrera ante las televisiones que en Shanghai llegaría la revancha. Quizá sea así, pero las previsiones más realistas de la escudería van más lejos: Austria.
En la escudería italiana intentan repetir lo que hizo Red Bull el pasado año que, tras un inicio de temporada regular (no tan malo como el de Ferrari) se convirtió en la referencia. En 2013 Alonso ganó con autoridad en Shanghai y Barcelona con Vettel muy por detrás, el mismo que finalmente ganó el título a falta de tres citas para el final. La cuestión es que, aunque pueda parecer muy tarde, el déficit de rendimiento que tienen en el equipo de Maranello es tan grande y los problemas en todos los frentes: velocidad punta, tracción, aerodinámica, unidad de potencia… que no se arreglan en un par de semanas. Irán metiendo piezas nuevas en cada carrera, la primera evolución importante llegará en China, después habrá más mejoras en España, Mónaco, Canadá… y finalmente otra importante en Austria. El circuito de Red Bull se presenta como la primera frontera para Ferrari. No lo van a tener fácil, pero Allison no ha venido a las dos carreras de Malaisia y Bahrain para trabajar en Maranello y De la Rosa lleva días enclaustrado en el simulador. Hay mucho por hacer. Ayer, mientras esperábamos en un retraso de cuatro horas en el aeropuerto de Manama, un campeón del mundo de F-1 me dijo que lo de Ferrari es imposible “mierda de motor, mierda de chasis, mierda de aerodinámica”. En la escudería siguen confiando. Y aún se escuchan los gritos del presidente Montezemolo al llegar a Maranello. Veremos.