Los Wolves no ceden, ofrecerán a Ricky 42 millones por 4 años
Dan Fegan, el agente de Ricky Rubio, envía mensajes que por ahora contienen más presión que ruptura y Minnesota Timberwolves sigue confiando en su discurso público en alcanzar un acuerdo, pero el hecho es que se acerca el 31 de octubre y las posturas siguen sin acercarse. Esa es la fecha tope para evitar que el base español, que inicia último año de contrato a razón de poco más de cinco millones de dólares, se convierta el próximo verano en agente libre restringido con una qualifying offer de 6,7 millones.
Minnesota inicia un nuevo proyecto, el primero tras la marcha de Kevin Love, en el que manda la inyección de juventud e ilusión que aportan los Andrew Wiggins, Zach Lavine, Anthony Bennett y Gorgui Dieng. Junto a la llegada de Thaddeus Young un nuevo núcleo para jugar un baloncesto elástico y muy rápido en el que a priori podría encajar de maravilla Ricky Rubio… siempre y cuando arregle su situación contractual con una franquicia que mira hacia adelante y que trata de desprenderse de JJ Barea mientras piensa también qué hacer con el contrato gigante de un Nikola Pekovic que, con 28 años y al calor de la explosión de Dieng, podría entrar en futuras operaciones.
La situación de Ricky no se desbloquea: los Wolves le ofrecerán un contrato en cantidades que se mueven poco de su primera propuesta y que se cifran ahora en unos 42 ó 43 millones por cuatro años, lejos de lo que quiere Ricky y de lo que la propia franquicia sí parecía dispuesta a invertir en un Eric Bledsoe que ultima su continuidad en Phoenix pero al que los Wolves pensaron en tentar con un contrato máximo de 63 millones por esos mismos cuatro años. Sin margen salarial, Minnesota necesitaba que los Suns quisieran involucrarse en una operación de sign and trade rechazada de plano en Arizona. La puerta de Bledsoe se cerró pero al hacerlo no abrió de par en par la de Ricky, en la que aún queda mucho trabajo de cerrajería contractual por hacer.
Mientras, Fegan espera con el as en la manga del mercado 2015, donde sabe que se moverán con margen salarial y hambre canina colosos de la facturación como Lakers y Knicks. Esa, que por ahora es la gran baza para negociar del entorno de Ricky, se puede convertir en una opción real de futuro si se llega sin acuerdo a ese 31 de octubre.